Toti Martínez, Mónica Carratalá

Entrevista Toti Martínez de Lezea

En esta segunda edición del programa ANDREkintzailea, las mujeres invitadas a la sesión "Cuestionando el Fracaso" son Toti Martínez de Lezea y Mónica Carratalá. Ayer nos contaron sus experiencias y cómo han ido afrontando el "fracaso" en sus vidas. Hoy tenemos la gran suerte de entrevistarlas. Eskerrik asko – gracias.

Toti Martínez de Lezea, como ella dice, es escritora y lectora compulsiva desde hace “un montón de años”. Durante un tiempo trabajó como traductora (se formó en Francia, Alemania e Inglaterra) hasta que su afición, escribir, le permitió ganarse la vida.

Hasta llegar a ser la escritora que es, creó, junto con su marido, varios grupos de teatro; trabajó durante cinco años en EITB, empezando con un programa de 10 minutos para acabar dirigiendo hora y media de programación diaria. Y volvió a retomar su profesión como traductora, compaginándolo con la escritura. En la vida se ha ido reinventando varias veces y hoy está aquí para compartir sus experiencias con personas que estamos haciendo lo propio.

Toti, leyendo tu biografía, la palabra que nos viene a la cabeza es reinventarse y avanzar. ¿Cómo has vivido este proceso, esta concatenación de cambios?

Soy de las que piensan que no es bueno quedarse sentada a la espera de que venga alguien a solucionarte los problemas. Todos tenemos capacidad para reinventarnos, únicamente es cuestión de intentarlo. Y no solo en el plano profesional, también en el del ocio. Por ejemplo, mi marido y yo queríamos cantar en un coro, y fundamos dos.

¿Qué sensaciones recuerdas de estos momentos de cambio? ¿Qué te ha movido a cambiar a lo largo de tu vida profesional? ¿Cuáles son las lecciones aprendidas que destacarías?

En su momento, desde luego, hubo algo de frustración y enfado. A nadie le agrada que no valoren su trabajo o que alguien se aproveche del mismo en beneficio propio. Lo que me mueve a cambiar es el comportamiento de quienes trabajan conmigo o toman decisiones con las que no estoy de acuerdo. ¿Lecciones? Digamos que hace tiempo llegué a la conclusión de que mi mejor jefa era yo, es decir, que es mejor trabajar para una misma y asumir tanto los errores como los aciertos.

¿Qué personas han sido tu apoyo? ¿Tus referentes?

Siempre he encontrado apoyo en mi familia cercana, o sea en mis padres, marido e hijos. Ellos han estado ahí en todo momento dándome ánimos. Probablemente, mi referente principal es mi padre, a quien sus propios hermanos echaron de la empresa familiar con más de cincuenta años de edad, tres hijos todavía niños, sin indemnización ni seguros, y volvió a empezar de cero con el apoyo inquebrantable de mi madre. No es necesario buscar muy lejos para encontrar ejemplos de personas que han sabido rehacer sus vidas profesionales y personales gracias a su tesón.

¿Qué obstáculo destacarías de tu vida que mayores satisfacciones y oportunidades te ha deparado?

La verdad es que, probablemente debido a mi carácter, soy bastante inmune a los obstáculos. Es más, me gustan los retos; me gusta demostrarme a mí misma que puedo seguir adelante evitando los escollos que de una manera u otra aparecen en el camino. Siempre he sentido satisfacción con todo lo que he hecho, incluso con las cosas más sencillas, y cada nueva experiencia, cada nueva aventura, me ha dado la oportunidad de demostrarme que era capaz de llevarla a cabo.

Algunas personas, en momentos de cambio, hemos sufrido / sufrimos sentimientos que nos llevan a paralizarnos, como el miedo, la incertidumbre,… ¿Cómo controlar estas sensaciones que son paralizantes?

Hay una frase magnífica para esas ocasiones: “Nunca dejes de creer en ti misma”. Tú eres el dueña de tus actos y, si tú no crees en ti, ¿quién va a hacerlo? Tú eres la persona más importante en tu vida. Si tú estás bien, aquellas personas que te quieren, que dependen de ti, también lo están; si no lo estás, ellas tampoco.

¿Cómo y dónde encuentras a tus musas en momentos de bloqueo?

No hay bloqueo cuando se trabaja de forma continuada. Es más, una idea lleva a otra. Lo cual no significa que todas vayan a funcionar como en un principio se espera y se desea. El único bloqueo preocupante es quedarse de brazos cruzados y no hacer nada.

Vivimos en una cultura donde la palabra fracaso es tabú. Reconocer que nos hemos equivocado, hemos fracasado en un ámbito profesional y / o personal, no está bien visto. ¿Qué reflexiones piensas debiéramos hacernos para reformular esta palabra?

No me gusta la palabra “fracaso”. La ausencia de éxito en un proyecto profesional o personal no significa que sea un fracaso porque durante la elaboración y la puesta en marcha de dicho proyecto se ha invertido tiempo y esfuerzo, e ilusión. Puede que no haya funcionado como esperábamos, pero no cabe la menor duda de que algo hemos aprendido durante el tiempo que le hemos dedicado. La experiencia es un valor fundamental en cualquier trayectoria, que un título universitario no da.

Por último, ¿qué consejos compartirías con las mujeres emprendedoras que han venido hoy a escucharte?

El hecho de que estén aquí dice mucho sobre su capacidad emprendedora, sobre su deseo de innovar y de seguir adelante contra viento y marea en pos de un sueño, de un objetivo, que hacer realidad. Si de algo vale el consejo de una “veterana”, les diría que hay mucha envidia y mediocridad en cualquier entorno, y que no hay que prestar atención a lo que otras personas digan o hagan siempre que tengamos las ideas claras.

¿Algo más que añadir a la entrevista? ¿Alguna reflexión que quieras compartir con nosotras?

Simplemente, agradeceros que hayáis pensado en mí para esta jornada de reflexión acerca del “fracaso”. En cuanto a la reflexión… La mujer ha transmitido la lengua, la tradición, las creencias; ha mantenido la casa y la familia, ha luchado y ha trabajado, y nunca ha tenido las oportunidades que ahora tiene en nuestro mundo occidental. Sin embargo, seguimos siendo ignoradas en todos los campos profesionales, tanto laborales como artísticos, no existe todavía la paridad que en justicia se nos debe, pero el futuro tiene voz de mujer.

Mónica Carratalá es consultora y formadora de marketing digital, con una experiencia profesional que supera los 20 años en el mundo de la comunicación. Referente a nivel estatal en posicionamiento orgánico (conseguir que las personas que nos buscan nos encuentren) y bloguera en Irudigital, su empresa, así como en sus blogs de Marketing Online y escapadas. En la vida también se ha reinventado varias veces y hoy está aquí para compartir sus experiencias con nosotras.

¿Qué sensaciones recuerdas de tus momentos de cambio? ¿Cuáles son las lecciones aprendidas que destacarías?

Emoción. Es como salir del letargo y volver a vivir. Como cuando te enamoras por segunda vez, cosquilleo en el estómago.

¿Qué personas han sido tu apoyo? ¿Tus referentes?

Sobre todo, colegas muy cercanos. La familia no podía entender mis cambios, sólo alguien que se movía en mi mismo entorno profesional era capaz de ver por qué quería avanzar hacia otro tipo de trabajo.

¿Qué obstáculo destacarías de tu vida que mayores satisfacciones y oportunidades te ha deparado?

Reconvertirme en una “nativa digital” cuando por edad pertenezco por supuesto a otra generación mucho anterior.

Algunas personas, en momentos de cambio, hemos sufrido / sufrimos sentimientos que nos llevan a paralizarnos, como el miedo, la incertidumbre,… ¿Cómo controlar estas sensaciones que son paralizantes?

Siempre pensar qué es lo peor que nos puede pasar, y al hacer esto, te das cuenta que en realidad no es tan grave, y te relajas.

¿Cómo y dónde encuentras a tus musas en momentos de bloqueo?

No me suelo bloquear, pero me ayuda pensar que todo se puede arreglar “menos la muerte” que decía mi abuela. Así que me lío la manta a la cabeza y sigo andando.

Vivimos en una cultura donde la palabra fracaso es tabú. Reconocer que nos hemos equivocado, hemos fracasado en un ámbito profesional y / o personal, no está bien visto. ¿Qué reflexiones crees debiéramos hacernos para reformular esta palabra?

Creo que el fracaso es una percepción, al igual que el éxito. Que ciertos privilegios están sobrevalorados, porque realmente "no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita".

Por último, ¿qué consejos compartirías con las mujeres emprendedoras que han venido hoy a escucharte?

Que no permitan que absolutamente nadie les diga que no van a poder hacerlo. Si una persona está realmente decidida, ¿qué le frena?

¿Algo más que añadir a la entrevista? ¿Alguna reflexión que quieras compartir con nosotras?

Me gustaría poder desterrar de nuestro vocabulario la palabra “éxito” y “fracaso”, son palabras que no tienen ningún valor a nivel personal. ¡Gracias!

Muy contentas de haber escuchado a estas dos profesionales. Gracias – eskerrik asko.