Si tuviera que dar un único consejo comercial a las mujeres emprendedoras que quieren incrementar su cartera de clientes sería: sal de la oficina. He hablado de este tema con otras profesionales y coinciden en que la mejor forma de darse a conocer y de conocer, como está el mercado, quién es quién en tu sector y en tu ciudad, es salir de la oficina. Salir a un curso, seminario, evento sectorial o incluso a tomar un café.
La cartera de clientes potenciales no suele entrar por la puerta de nuestra oficina sin más. Cuando trabajamos desde casa, instalar este hábito de salir o de acudir a eventos es crucial. Pero, ¿cómo nos acercamos a una clientela nueva que no conocemos?
- Debemos identificar quién es nuestra clientela ideal y a qué tipo de actos asiste. Puedes ir a todos los eventos que se organicen en 20 kilómetros a la redonda (algunas lo hemos hecho) pero es cansado y apenas te queda tiempo para vivir.
- Una vez allí, sonreír y mantener el contacto visual. Siempre resulta más agradable, para nosotras y para las demás personas. Y lo que es más importante, nuestro lenguaje no verbal muestra nuestra confianza en nosotras mismas y en nuestro producto/servicio.
- Si se trata de un seminario o jornada formativa, la hora del café es el momento ideal para conocer a las personas que han asistido. ¡No te vayas a hablar por teléfono! Otras personas acuden solas a este tipo de actos, así que, acércate de forma respetuosa y amable. Si conoces a alguien, acércate a saludar, seguro que te facilita el hacer nuevos contactos.
- Escuchar, de forma consciente y atenta, para poder hacer preguntas que nos ayuden a determinar si podemos ayudar. No hemos salido a repartir tarjetas y hablar de nuestra empresa a diestro y siniestro. Las personas recordamos a quien muestra interés real y a nosotras nos proporciona información valiosa para guiar la conversación a los puntos que nos interesan.
- Una vez establecido el contacto y, si es oportuno, hablaremos de nuestra empresa de forma breve pero eficaz. Para ello tenemos que tener muy identificado el aspecto que queremos resaltar, el que nos distingue de nuestra competencia y el que resolverá el problema de tu potencial clientela. Si no tienes bien elaborado el mensaje, redefínelo para que cumpla estos objetivos. Por supuesto, habrá una parte de improvisación, pero ya sabes que la mejor manera de improvisar es planificar.
- Permanece abierta a las oportunidades. No te cierres a conocer a otras personas que en un principio no has identificado como tu potencial clientela. El respeto por el trabajo de las demás personas es un básico de la ética empresarial y puede que te abra las puertas de una futura colaboración.
- No esperes cerrar una venta o crear una cartera de clientes en un evento o seminario. Esto solo es el primer paso del largo camino de establecer relaciones a largo plazo con tu clientela. Por tanto, ¡no te presiones y disfruta del proceso!
Autora: Susana Zaballa