Siempre insisto en la necesidad que tenemos las empresas de tomar decisiones y en la necesidad de saber lo más posible para tomar las decisiones adecuadas. Hoy quiero enumerar algunas de las cuestiones sobre las que deberíamos saber y cómo podemos obtener ese conocimiento. Va por delante que esto no pretende ser una lista exhaustiva ni mucho menos. Estoy segura de que me dejaré muchas decisiones financieras en el tintero, pero voy a comentar algunas de las que me parecen más importantes.
Aspectos legales y mercantiles
Según sea la forma jurídica que adoptemos, habrá una normativa específica, pero en general, debemos conocer imprescindiblemente y en primer lugar las responsabilidades y decisiones financieras que asumimos.
- Personas físicas o profesionales del trabajo autónomo: cuando nuestra forma jurídica es persona física, respondemos siempre y de forma universal con nuestros bienes. No es cuestión de asustarse, sucede lo mismo en nuestra vida “no empresarial”. Somos responsables de nuestros actos (a partir de la mayoría de edad). Cuando actuamos en el ámbito empresarial podemos limitar parcialmente esa responsabilidad mediante una anotación sobre nuestra vivienda en el registro de la propiedad, declarándola inembargable.
- Personas jurídicas o sociedades mercantiles: bajo esta forma jurídica, la responsabilidad es siempre de la sociedad. Sin embargo, sí que podemos incurrir en responsabilidades si administramos dicha sociedad. También, como partícipes de la sociedad, debemos asumir responsabilidades en determinadas circunstancias. La mayoría de las veces, estas responsabilidades tienen que ver con malas prácticas. Es importante saber que estas malas prácticas no se producen siempre por la mala intención de quienes gestionan. Somos responsables tanto por acción como por omisión. En ocasiones, el desconocimiento también nos lleva a cometer mala praxis. Un ejemplo habitual, y sin entrar en tecnicismos, es no convocar la asamblea general en tiempo y forma o no actuar cuando hay perdidas.
Aspectos económicos
Tanto si eres persona física como si tienes una sociedad limitada, deberías saber interpretar tu cuenta de resultados y tus balances. No se trata de saber meter la contabilidad. Se supone que la persona que lo esté haciendo estará cualificada y sabrá hacerlo. Lo que es ineludible es que, quien gestiona el negocio, entienda el resultado de esa contabilidad. Esto es, la cuenta de pérdidas y ganancias y el balance. ¿De qué otra forma se pueden tomar decisiones financieras?
¿Cómo tomar decisiones de política, de precios o de margen si no entendemos nuestras cuentas? Porque la toma de decisiones es un aspecto de la gestión imposible de delegar. Aquí mi sugerencia es buscar ayuda profesional. Verás que, analizar la información de tus cuentas con asesoramiento, hará que en un tiempo puedas hacerlo sin ayuda.
Aspectos fiscales
Que menos que saber qué impuestos nos afectan y cómo nos afectan, ¿no te parece? ¿Nuestra actividad debe repercutir IVA o está exenta? ¿Tenemos más de una actividad que nos obliga a incurrir en el régimen de prorrata? ¿General o especial? ¿Nuestra actividad está afectada por impuestos especiales como el tabaco o los hidrocarburos? ¿Sabemos si tributamos en régimen general o simplificado? ¿Y esto que significa?
Muchas preguntas, pero sobre todo una importante: ¿cómo le afectan los impuestos a nuestra cuenta de resultados? Algunas de estas cuestiones nos las resuelven (lo habitual es que muy amablemente) en cualquiera de las Haciendas Forales (Bizkaia, Araba o Gipuzkoa). Y toda la normativa está colgada en sus respectivas páginas web.
Muy recomendable tener a mano el acceso a Gure Gida, una guía de trámites e información básica de la Hacienda Foral de Bizkaia que resuelve algunas de las dudas más comunes.
Si decides investigar sobre algunos de los links que te propongo, seguro que aprenderás algo más. Eso sí… ¡La diversión no está garantizada!
Autora: Marian Eguskiza