Leticia Sánchez Arregui se dedica al coach emocional. Realiza técnicas de coaching combinadas con herramientas de juego escénico.
Cuéntanos brevemente a qué se dedica tu empresa
Me dedico al crecimiento personal y profesional de las personas mediante el coaching y el entrenamiento en gestión emocional.
¿Qué te motivó dar el paso?
Mi propio proceso personal, un punto de inflexión en mi vida en el que tomé la decisión de que si a mí me había funcionado el coaching, a otras personas también.
¿Qué personas te sirvieron de referente para dar el paso?
Dos grandes formadoras que he tenido la suerte de tener, Silvia Adriasola, de mi formación como coach, en quien me miré en un principio por su entusiasmo y fuerza. Y Adelina Ruano, mi formadora de PNL, por su coherencia, naturalidad, saber hacer y pasión. Ambas, al igual que yo, decidieron reinventarse profesionalmente en un momento concreto de sus vidas y dejaron atrás la “comodidad” laboral para dedicarse a algo más coherente con ellas.
¿Nos cuentas un obstáculo y una oportunidad que hayas superado en este proceso?
Mi percepción en un principio era que estaba sola como emprendedora y eso era una limitación para mí, sin embargo, esto se ha ido convirtiendo en una oportunidad, ya que me da mucha libertad a la hora de colaborar con otras empresas y además, el hecho de estar en espacios como el que brinda Emakumeekin, me ofrece la posibilidad de contactar con otras compañeras que están en mi misma situación.
¿Qué nos puedes contar de tus próximos proyectos?
Por segundo año consecutivo voy a seguir dando formación en inteligencia emocional y conocimiento interior en el marco de talleres por la igualdad entre hombres y mujeres del Ayuntamiento de Bilbao. Además, he iniciado un proyecto de acompañamiento a personas jóvenes con baja cualificación, en colaboración con la empresa Coach and Play en donde tengo la oportunidad de unir coaching y teatro.
¿De qué te sientes más orgullosa?
Sin duda alguna, de haber llegado hasta donde estoy, partiendo de cero, y con un camino muy largo que recorrer aún.
Eskerrik asko. Gracias, Leticia
