Durante dos mañanas hemos participado en la Jornada Slow Startup 2016. Patricia Araque de Ellas2 nos explicó el proyecto EllasBizLab, promovido por su asociación Ellas2 y financiado por la Embajada Norteamericana. Entre las 30 mujeres emprendedoras que asistimos el primer día a la Jornada Slow Startup 2016, debatimos sobre las dificultades de definir un modelo de empresa sostenible, coherente con nuestros valores y desarrollarlo hasta sus últimas consecuencias. Patricia dejó que el debate abriera la exposición del concepto, el porqué de la Slow Startup y una de las herramientas que permitió hacerlo posible, el Bootstrapping.
EllasBizLab es un laboratorio de pruebas para testar nuevos modelos de negocio que contemplen una filosofía de “emprendemos para vivir bien” (entendiendo “vivir bien” como cada una considere) no vivimos para emprender. Como tal laboratorio, los proyectos que participen en el proyecto (en Bilbao se elegirán 10) demostrarán, o no, si es posible emprender en tecnología sin aplicar criterios “tradicionales” asociados a las start-ups: “levanta” dinero rápido con un buen speech de 3 minutos en una ronda de financiación, invierte el dinero en campañas de marketing y regala el producto para testarlo esperando obtener el beneficio de la gestión del Big Data.
Slow Startup, en principio un oxímoron, es la denominación que han elegido para designar otras maneras de emprender que no siguen este modelo traído de una cultura ajena y copiado hasta la saciedad all over the world: el modelo Sillicon Valley. El formato Slow Startup, se abre a diferentes modelos que surjan, compartiendo, además de los criterios básicos del movimiento Slow, un precepto, incorporar el sentido común. Sentido común para elaborar un modelo de negocio asentado sobre conceptos tradicionales de viabilidad como desarrollar un producto/servicio conforme a las necesidades reales de tu clientela y venderlo.
Sentido común que parece haberse perdido tanto por emprendedoras, personas inversoras e instituciones cuando basan la sostenibilidad de un proyecto en futuros beneficios que brotarán de supuestas oportunidades de rentabilizar el manejo del Big Data, mientras el producto/servicio creado se regala.
Bootstrapping es la herramienta que te puede aportar la independencia financiera necesaria para poder desarrollar tu proyecto conforme a tu visión, sin tener que estar sometida a presiones de la financiación externa. Desde el primer día, desde el primer momento del taller, la filosofía expuesta por Patricia Araque fue: qué es para ti la buena vida y pon ese objetivo como medida de éxito de tu empresa, y que tu trabajo repercuta en el bien de la comunidad. Esto cuadra perfectamente con la idea que teníamos cuando constituimos mi consultoría hace más de 10 años.
Después de trabajar de 8 a 8 en una gran empresa, viajar mucho y vivir poco, decidí que haría del emprendimiento una vía para poder conciliar y desarrollar la consultoría financiera de forma ética. Todo el mundo me decía, vas a tener que trabajar 14 horas diarias para sacar el proyecto adelante, sin embargo, pocos días he trabajado más de 8.
A día de hoy, todavía, y digo todavía por qué espero lograrlo en un futuro próximo, no he alcanzado el nivel de ingresos que tenía trabajando por cuenta ajena. Sin embargo, mi jornada laboral habitual es de 6 horas y tengo tiempo de tener una vida y de disfrutarla.
Autora: Susana Zaballa