El éxito de cualquier actividad humana está inexorablemente condicionado por nuestra capacidad de comunicación. Esta comunicación va más allá de transmitir eficientemente un mensaje para informar. En el emprendimiento, la habilidad de comunicar se torna esencial desde los primeros pasos. Y no se trata de sólo de comunicar: “tengo esta idea que consiste en esto, que con ello satisfacemos las necesidades del mercado, con este coste, mediante esta tecnología…”.
Este enfoque de comunicación refleja un encefalograma plano carente de emociones. En el emprendimiento hemos de ser capaces de influir y persuadir. Esta finalidad de persuadir es la que diferencia la oratoria de otros procesos comunicativos orales. Se llama oratoria al arte de hablar con elocuencia. La elocuencia (del latín eloquentia) es la capacidad de expresarse en público de forma fluida, elegante y persuasiva.
Para persuadir hemos de ser capaces de mover emociones, de generar deseo y necesidad. Hemos de atraer la atención y la confianza de quien nos escucha, para que nos dé la financiación necesaria, para que apueste en nosotras y para que compre finalmente.
En el mes de octubre hemos podido constatar la fuerza de cada mujer emprendedora, tanto en PechaKucha con mujeres participantes en el programa ANDREkintzailea cuyos proyectos se han iniciado recientemente, como en Mujeres referentes, charla en la que mujeres empresarias con negocios consolidados nos explicaban su trayectoria.
Advertí en todas ellas una gran capacidad para hablar en público. ¿Cómo es posible que sin formación previa, y a pesar de los nervios, lo hiciesen tan bien en el ámbito de la oratoria? Porque hablaban desde el corazón, desde la pasión, desde su experiencia, sin máscara, desde la autenticidad. No hay técnica más poderosa que ser una misma y estar convencida de lo que se ofrece.
Felicité a cada una de las ponentes. Aun así, alguna me reconoció que le gustaría estar más tranquila y dar más cuando afronta este tipo de eventos. Por ello precisamente hemos diseñado el curso de Oratoria donde además de las técnicas propias, incidimos en el factor humano, en la esencia de cada cual para sacar la mejor versión de cada una. Hemos creado un espacio de entrenamiento, un entorno de confianza para el crecimiento.
Precisamente, en este post compartimos la esencia de lo que trataremos en el próximo taller de este curso: Círculo dorado de Simon Sinek, que nos muestra un modelo simple pero poderoso de comunicación. Tras observar y estudiar referentes de liderazgo inspirador como Steve Jobs o Martin Luther King, ha encontrado el secreto de su éxito. En tu próxima exposición pública, responde al por qué, cómo y qué en este orden.
Comienza respondiendo a la pregunta por qué. Muy pocas empresas saben por qué hacen lo que hacen. O no saben comunicarlo. Conseguir dinero no es la respuesta. Es la consecuencia. Cuál es el propósito, la misión de tu empresa. No olvidemos que las personas conectamos con lo intangible, con creencias y valores. “Lo importante es invisible a los ojos” (El principito, de Saint Exupery)
Continúa respondiendo cómo lo haces. Qué te hace diferente, eficiente, confiable, excelente.
Finaliza respondiendo: Qué es lo que haces. Tras haber creado el interés, haber captado la atención, es entonces cuando presentamos lo obvio, lo evidente, lo tangible. La mayoría de las empresas se centran sólo en esta parte y presenta lo superficial; es ahí donde pierden la venta.
Responde a estas preguntas la próxima vez que quieras influir y persuadir a tu audiencia:
- Para qué creaste tu empresa
- Qué necesidades cubres
- Quién eres y quién es tu cliente con tu producto/servicio
- Qué sentirá tu cliente con tu producto/servicio, qué ganará
- Cómo lo haces (valores)
- Qué ofreces
La gente quiere saber por qué tiene que confiar en ti, por qué tiene que comprarte a ti y no a la competencia.
Y las decisiones son finalmente irracionales, a pesar de todos los datos que podamos manejar.
El por qué es lo que marca la diferencia.
Autora: Amaia Agirre Pinedo