Vaya por delante que sobre los sueños por desarrollar ideas y ponerlas en marcha se ha dicho mucho. Persigue tus sueños. Consigue tus sueños. Lucha por tus sueños. Muchas campañas de marketing van por ahí y quizás por eso parece un tema ya muy manido. Esa forma de ver los sueños sobre algo por lo que luchar es una visión idealizada. ¿O es que en sí los sueños tienen que ser inalcanzables, idealizados, para ser sueños? ¿Qué son sino?
Desear fuertemente. No sé a ti, pero a mí cuando me preguntan por cuáles son mis sueños, me da por tragar saliva. Puedo sentir frustración por no tenerlos claros o no tenerlos en la punta de la lengua. ¿No estoy en contacto con ellos? Otras veces puedo sentir una extraña sensación, como que los sueños que tenía en su momento se han caducado y se me ha olvidado reponerlos. ¿Esa estantería se ha quedado vacía y no me había dado cuenta?
Quizás haya que bajarlos de ese pedestal en el que parecen encontrarse para poder darles forma de verdad y ser capaces de desarrollar ideas de negocio que nos hagan felices. Mirarlos a los ojos. Y dejar de soñar con soñar.
“Soñar” podría ser sinónimo de "desear sin pensar en cómo hacerlo posible"
Ilusionarse. Proyectar. Si pienso en qué deseo, en qué quiero haber experimentado de aquí a cuando cumpla 80 años... Ahí quizás sea más fácil. Estos ejercicios te servirán para actualizar tus sueño-deseos, alimentar tus proyectos y desarrollar ideas e inyectar estímulos a tu vida actual. Cierra los ojos y piensa que tienes el tiempo y los recursos suficientes para hacerlo.
- ¿Qué profesiones te gustaría probar?
- ¿Qué lugares te gustaría visitar?
- ¿Sobre qué temas te gustaría saber más?
- ¿Qué nuevos campos de conocimiento deseas abordar?
- ¿Qué experiencias te gustaría vivir en la actual vida profesional?
- ¿Qué granito de arena quieres dejar en la tierra?
- ¿Qué viejos sueños siguen vigentes?
- ¿Cuáles han caducado porque ya no te interesan?
- ¿Qué sueños han cambiado de forma y se han reconvertido en objetivos?
Hay quien dice que los sueños hay que alimentarlos. Darles de comer, pero no desde un lugar de “oh no, no lo tengo” sino recrearse en ellos como si ya están ahí, y al mismo tiempo desapegarse de ellos. Es decir, dejar de pensar en la consecución de esos sueños como fuente de felicidad. Si consigo "X" entonces seré feliz. Trampa. Mejor será desligar la felicidad de los factores externos. Porque los sueños tienen un punto débil. Cuando te vas acercando, se alejan. Se cambian de sitio. Se ocultan tras las zarzas. En estos tiempos extraños de nueva normalidad, el hecho de permitirse desear y soñar, puede ser algo estimulante. Agradecer lo que ya tengo, lo que sí está pasando. Y desear, si eso te sirve para sentirte más viva.
Después de la fase de soñar, de pura adrenalina y la puesta en marcha de tu negocio y el gigantesco esfuerzo de hacerlo sostenible, llega el momento de la tan ansiada estabilidad. En ese instante, en el que parece que empieza a haber algo de tranquilidad, también aparece otra sensación: la monotonía, el riesgo de caer en el aburrimiento. Y quien se aburre, aburre. Y es que todo el mundo tiene momentos de “sequía creativa” y se trata de darle vitaminas a esos momentos para desatascar las neuronas.
Dos herramientas para incorporar aire fresco en tu negocio
¿Cómo inspirarte y nutrirte para que tu negocio respire frescura? Te doy un par de herramientas muy poderosas.
Ver documentales sobre naturaleza.
¿En serio? ¡Sí! Cuando necesites incorporar ideas nuevas para la estrategia comercial o para generar alianzas. Los documentales sobre vida natural pueden servirte como metáfora, como alegoría de tu objetivo y, por tanto, ayudarte a vislumbrar nuevas posibilidades no contempladas hasta ahora. Observa desde los ojos empresariales cómo busca comida la avutarda común, cómo se relaciona la ballena gris con otras ballenas, cómo trabajan los castores: pueden darte pistas clave.
Simplemente, sustituye el animal del que hablan por el tema que quieres trabajar. Así puedes transferir ideas curiosas a tu realidad. La observación de la naturaleza para resolver problemas es una técnica de creatividad llamada “biónica” y se utiliza para el diseño industrial de forma consciente. ¿Acaso crees que un avión se parece tanto a una gaviota de casualidad? ¿O un helicóptero a una libélula?
Lo que te sugerimos aquí es ir más allá. Ya no se trata de copiar lo físico, sino las competencias y formas de hacer de los animales, las maneras de resolver sus problemáticas, que pueden responder a preguntas clave como: ¿cuál puede ser otro camino para vender este producto? ¿Cómo enfoco la estrategia comercial en un nuevo ámbito geográfico? ¿Cómo ganar en eficiencia si no tengo tiempo para networking? ¿Cómo incorporo algo novedoso a este proyecto? Esa técnica la empleo, por ejemplo, cuando no tengo ganas de pensar de manera consciente en algo, estoy en mi tiempo de ocio, en el sofá, pero, sin embargo, necesito seguir trabajando en algo que me ronda por la cabeza.
Escribe las páginas matutinas.
Julia Cameron, en su libro "El camino del artista" (recomendable lectura, por cierto) insta a realizar una rutina matutina para desarrollar la creatividad. Y realmente es algo transformador. ¿Cómo funciona? Se trata de escribir todas las mañanas de forma automática hasta completar tres caras. Simplemente, se trata de ir escribiendo todo pensamiento que viene a la cabeza. Algunas pistas:
- Es recomendable no releer su contenido, sino simplemente lanzarse a la tarea.
- Hacerlo por la mañana es doblemente beneficioso: deja la mente serena y te motiva para comenzar el día, porque después de realizar el ejercicio la sensación es la de haber "vaciado la papelera" mental. De este modo, dejamos sobre el papel lo que la cabeza tiene para contarnos y abrimos espacio para nuevas ideas.
¿Cuál es el beneficio de estas páginas matutinas? Una idea que nos sobrevuela comienza a tomar forma, tu punto de vista sobre un problema cambia de perspectiva, una idea evoluciona o salva el obstáculo, un miedo, etc. Para hacerlo simplemente se ha de salvar el escollo de la mañana. Tu mente te dirá que tienes muchas cosas que hacer, pero tú tienes un argumento convincente: “necesito oxígeno creativo”.
Seguro que, si pones en práctica estas dos herramientas, vas a notar ligeros cambios. Bien sabes que esos "minicambios" son los que hacen posible la transformación a largo plazo. La tuya propia y la de tu negocio. ¿Te animas a empezar?
Autora: Miren Lauzirika