Conoce las fases para liderar equipos líquidos

Jun 2, 2021

Conoce las fases para liderar equipos líquidos

¿Cuáles son las distintas fases de un proyecto donde interviene un equipo líquido? En este artículo vamos a explicar cuáles son los ingredientes necesarios en cada fase del proyecto, para que puedas liderar con fluidez y entender bien cuáles son las necesidades. Esta forma de hacer es aplicable a casi cualquier sector y pone el acento en las actitudes personales para que se facilite el empoderamiento individual. ¿Cuáles son las fases para liderar proyectos con equipos líquidos?

Fase pre-proyecto, hacia el equipo y la tarea

El punto de inicio puede darse por varios motivos que influyen en las características del proceso. Bien por detectar una necesidad, bien por una propuesta externa o también simplemente si, por, oportunidad o convicción, se quiere llevar adelante una idea que ilusiona.

Cuando la iniciativa proviene del exterior, las pautas y tiempos vienen más definidos. Si es por iniciativa propia, las fuentes de financiación y plazos son una quimera y es, por tanto, crucial saber llevar bien los parones cuando el equipo flojea y detectar cuándo es momento de avivar la motivación.

A la hora de encontrar un equipo, -reclutamiento- escuchar los talentos, experiencias y saberes puede modificar las funciones inicialmente pensadas y abrirnos a nuevas oportunidades. Pero también un exceso de posibilidades. En este punto, es fundamental explicitar con claridad el objetivo, escuchar al grupo, aclarar roles y expectativas, y clarificar qué se espera del grupo y qué puede esperar el grupo de quien lidera. También, perder el miedo a aterrizar la idea –huir de la eterna divergencia- y detallar qué aspectos son irrenunciables por estar ligados al propósito que persiguen.

Actitud interna en el liderazgo

Iniciativa, atrevimiento, abrirse a opciones para luego concretar. Aterrizar. Y colocarme en mi lugar. Porque, por los prejuicios mencionados, puede costar sentarse de forma voluntaria en la silla de la directora, pero más cuesta tomar tu sitio una vez comenzado el proyecto. Así que colocarse en una posición óptima es retador y al mismo tiempo empodera y es lo que tiene que ser.

Empezando el proyecto: ¿qué debes hacer para liderar equipos líquidos?

Además de la coordinación, establecer tareas concretas, una temporización, y objetivos a corto, si el proyecto busca sostenibilidad económica, cabe preguntarse cada cierto tiempo: ¿Esto quién lo paga? Para conservar la perspectiva financiera.

Otro tema clave es la comunicación: lanzar al equipo, al proyecto y a una misma, las preguntas adecuadas. Visibilizar los avances para contagiar la motivación. Chequear asunción de responsabilidades del equipo líquido. Mantener la motivación. Decir no cuando toca, y quedarse tan a gusto. Recalcular ruta cada vez que hace falta, conectando con el propósito cuando haya cosas que cambian. Para con la empresa - clientela, importante la gestión del miedo ajeno, aportar perspectiva del proceso y los pasos dados, y hacer ver en qué punto del viaje estamos para dar seguridad.

Actitud interna para liderar equipos líquidos

Optimalismo: hacer mejor que se pueda con lo que se tiene, huyendo del perfeccionismo. Cultivar la paz interior y confiar en el propio criterio. Conecto con mi criterio y el propósito (tener en cuenta que el propósito se clarifica-depura o se desvía una vez iniciada la andadura del proyecto, cuando se renuncia a algunos temas y hay que ver si las nuevas decisiones son fieles al propósito, o el propio camino ha hecho que el propósito cambie). Trabajar el “Estoy conectada conmigo y desde ahí conecto con el resto”.

Después de finalizar el proyecto: ¿qué puedes hacer?

Queda cerrar, celebrar y recolectar aprendizajes en varios aspectos: ¿qué se ha aprendido con respecto al proyecto y al equipo? Meter ideas que hayan surgido por el camino en el banco de ideas (para cuando hagan falta). Pero, ¿cómo puedes evaluar tu propio trabajo individual?: Auto reconocimiento.

Relativizar la voz crítica interior si es demasiado perfeccionista: “Deberíamos haber hecho” es un tiempo verbal prohibido, porque en el momento se adoptó la decisión propicia con la información que se tenía. Premiarse también forma parte del auto reconocimiento: con una tarde libre, con un momento de disfrute. Y soltar el proyecto, tomando energía para el siguiente.

Autora: Miren Lauzirika

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