Este verano he aprovechado para descansar, disfrutar con la familia y mis amistades y para hacer un curso de oratoria de la Universidad de Verano del País Vasco. Siempre es un placer volver al Palacio Miramar, y por el curso “Hablar en público con eficacia”, merece la pena el viaje. Es un curso que se imparte todos los años, y os recomiendo asistir el próximo año, si tenéis oportunidad ya que es un punto de inflexión para mejorar las ventas de tu negocio.
Os voy a resumir los mensajes principales porque coinciden con mi forma de ver la venta y creo que son útiles para mejorar las ventas, nuestras relaciones con otras personas profesionales y con nosotras mismas. Por ello, voy a establecer una relación entre los tres principios básicos de la oratoria que nos transmitieron en el curso, D. Angel Lafuente y D. Enrique Pérez Urresti, y nuestro posicionamiento ante la venta. Los tres principios básicos a tener en cuenta para hablar en público con eficacia son: amor por ti misma, amor por el mensaje y amor por tu clientela.
Amor por ti misma
La base de nuestra relación con nuestra clientela es generar confianza. Es difícil transmitir confianza si no confiamos en nosotras mismas, si no nos queremos. Para querernos es básico conocernos, conocer nuestras fortalezas en las que basaremos nuestro amor (y nuestra ventaja competitiva). Por tanto, empecemos a observarnos, y a reflexionar sobre nuestras entrevistas, dedicando un tiempo en la oficina una vez que volvemos de una visita. Sin martirizarnos. Acordaros de que nos queremos muchísimo, no vale dar vueltas a lo que debí haber dicho o debí haber hecho.
Amor por el mensaje
Este punto debiera ser fácil para nosotras. Estamos vendiendo nuestro servicio/producto, ¿cómo no vamos a amarlo? Sería diferente si tuviéramos que vender el servicio o producto de otra empresa, ¿verdad? No sé muy bien porqué, a la hora de tratar este tema con emprendedoras que han trabajado previamente por cuenta ajena, me comentan que para ellas era más fácil vender cuando estaban empleadas que ahora que son autónomas. ¿Volvemos al punto uno?
Amor por la clientela
La verdad es que solamente sobre este principio podría edificar casi toda la teoría de la venta. Nuestra meta es disfrutar vendiendo, a cualquiera y en cualquier situación. Si buscamos la diferencia en las personas más que el parecido, lo que nos une, difícilmente nos acercaremos a ellas, difícilmente disfrutaremos en una entrevista, y más raro todavía, lograremos amarlas. Y por otro lado, las personas no somos tontas, si se acercan a nosotras con otra intención, la percibiremos (el ruido de las emociones).
Nuestro objetivo es transmitir confianza y amor por nuestro producto o servicio, no vender. La venta será una consecuencia de haber transmitido bien estos valores.
Autora: Susana Zaballa