El ritmo que llevamos en nuestra vida nos lleva muchas veces a entrar en una inercia que deja totalmente de lado nuestras necesidades. Nos olvidamos de nuestra prioridad como mujeres emprendedoras. Como mujeres hemos sido educadas para cuidar. Dedicamos muchos esfuerzos a cubrir necesidades de otras personas olvidándonos de las nuestras. Así que es hora de pararte a pensar en cuáles son tus necesidades, qué necesitas y cómo puedes integrarlas en tu vida. Te dejo unas pautas que a mi me sirven y me recargan la energía. Son fáciles, así que puedes empezar a integrarlas en tu vida mañana mismo. ¡Sigue estas 5 pautas para dar el paso a los autocuidados!
Dedícate tiempo, la mayor prioridad como mujeres emprendedoras
Agenda espacios para ti, para dar un paseo, para leer un libro, para tomarte un café con una amiga, para salir a bailar o a correr. Saca tiempo para ti e inclúyelo en tus tareas como una más. Dale valor a estos momentos e identifícalos como necesidades tuyas.
Haz un detox digital y desconecta
Aparca el móvil de vez en cuando, quítate de redes sociales y de tener acceso al email. Desconecta para tener un tiempo de mayor calidad. Si a tu clientela le respondes mañana, no pasa nada, respeta tu tiempo porque así te estarás respetándote a ti misma. Esto debe ser una prioridad para las mujeres emprendedoras
Cuida tus redes de apoyo
No olvides tus relaciones sociales. Un viaje con tus amistades es ganar años de vida. Ayuda a desconectar y salir de otros temas que nos habitan más a menudo, como puede ser el familiar o el profesional.
Regálate espacios de confianza y prioridad con otras mujeres emprendedoras
Las redes de apoyo entre mujeres emprendedoras o formaciones son espacios en los que se comparten muchas inquietudes y dificultades, sobre todo cuando estas tu sola al frente de tu empresa. Lugares en los que se genera empoderamiento y motivación. En EmakumeEkin nos juntamos una vez al mes para hablar y tratar temas que nos preocupan. El hecho de verbalizar y compartir experiencias hace que no te sientas tan sola en este camino del emprendimiento. Cuesta salir de la oficina, pero cuando lo haces la sensación de haber recargado energía es muy motivadora.
Corresponsabilidad familiar
Cuando eres emprendedora y además tienes que hacer frente a la crianza, las dificultades se incrementan frente a las mujeres que no tienen personas dependientes a su cargo. Quizá tengas mayor flexibilidad para poder adaptarte mejor a las necesidades de cuidado que una persona que trabaja por cuenta ajena, pero eso no significa que tengas que llevar el peso mayoritario. Apóyate en tu pareja o en tu red de apoyo cercana y construye el modelo de crianza que tú quieras llevar teniendo en cuenta también tus necesidades.
Así que comienza haciendo una parada en el camino, descubre qué necesitas y establece prioridades. Pon todas las tareas al mismo nivel, incluyendo espacios para ti.
Autora: Izaskun Rama