El equilibrio vida-trabajo no se encuentra, se crea

Feb 11, 2025

El equilibrio vida-trabajo no se encuentra, se crea

Emprender era sinónimo de libertad. Creía que tendría equilibrio al tener el control de mi vida, que podría organizar mi propio ritmo y disfrutar de una mayor autonomía. Pero pronto entendí que, sin límites, la flexibilidad se convierte en una trampa.

El trabajo empezó a ocuparlo todo. Incluso cuando paraba, no sentía que realmente estuviera descansando, solo pensaba en lo que aún me quedaba por hacer.

Nos han inculcado que cuanto más aguantemos, más valiosas somos. Que decir sí a todo, es un signo de fortaleza. Pero nadie nos ha enseñado que soltar no es rendirse, sino la única forma de poder avanzar.

La carga que no se ve

En mi consulta me encuentro con mujeres agotadas, convencidas de que deberían poder con más. Buscan estrategias para organizarse mejor, pero lo que realmente necesitan es permitirse dejar de exigirse tanto.

Intentamos encajar todo, atenderlo todo, estar en todas partes. Los días se encadenan sin tregua, las pausas se vuelven un lujo y el equilibrio que buscamos parece cada vez más frágil.

Hasta que el cuerpo avisa con insomnio, tensión o agotamiento. Hasta que la mente se llena de ruido y cuesta concentrarse. Y entonces nos damos cuenta de que algo tiene que cambiar.

Crear equilibrio empieza por cambiar la mirada

Este cambio no llega de golpe, es un proceso de pequeñas decisiones. Aprender a cuestionar la voz que te dice que debes poder con todo, a hablarte con más amabilidad y a dejar de medir tu valía por la cantidad de horas trabajadas.

El equilibrio no depende solo de cómo organizamos el tiempo, sino de cómo gestionamos la culpa. No basta con hacer menos, hay que dejar de castigarnos por no hacerlo todo. Cuando empieces a sentir que deberías hacer más, detente y piensa: ¿De verdad es necesario o es solo una expectativa impuesta?

Y lo más curioso es que, cuando empieces a priorizarte, tu trabajo también mejorará. Tomarás mejores decisiones, serás más creativa y, en lugar de sentir que te falta tiempo, por fin sentirás que tienes el control.

El equilibrio no es un destino al que se llega, es una forma de caminar. Y lo más importante, es una elección. La de no seguir dejándonos para el final.

Autora: Ainhoa Olano

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